Flexibilidad, inversión y autonomía, claves para mejorar el sistema universitario

Sofía Riesco

La Fundación CYD plantea en su informe siete líneas estratégicas que debe seguir la universidad española para avanzar hacia el futuro, pasando por la empleabilidad, la financiación o la internacionalización.

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La autonomía, la gobernanza y la financiación son temas pendientes que lleva años arrastrando el sistema universitario español. Así lo señala el último informe CYD 2021/2022 elaborado por la Fundación Conocimiento y Desarrollo, en el que analiza la situación de la universidad en España y cuáles deben ser las prioridades estratégicas de cara al futuro.

La Fundación CYD identifica siete aspectos prioritarios para la universidad: mayor inversión, atracción de talento, empleabilidad, transferencia de conocimiento, internacionalización, acceso y equidad, y transformación digital.

La financiación es uno de los temas pendientes, ya que el informe apunta al gran esfuerzo que hacen las universidades con pocos recursos, demostrado capacidad de innovación y encontrando soluciones imaginativas a las barreras planteadas (Covid-19, crisis de suministros, inflación, etc.). Igualmente, señala la importancia de tener un sistema de rendición de cuentas basado en resultados y no en la gestión administrativa.

Hace un repaso también por todas las medidas legislativas aprobadas en materia universitaria (ley de convivencia universitaria, creación y reconocimiento de centros universitarios, organización de enseñanzas universitarias, etc.), que, sin embargo, “no resuelven las carencias en la gobernanza del sistema universitario identificadas por numerosos informes desde hace más de dos décadas."

De hecho, esta es la 18ª edición del informe CYD, que coincide con el XX aniversario de la Fundación CYD, y que apunta que tras 20 años de actualizaciones del marco legislativo, “los cambios estructurales que necesita el sistema no llegan". A su vez, indican que para que el marco legal esté a la altura de las circunstancias e impulse la competitividad del sistema universitario español se debería alcanzar un pacto de Estado con la participación de todos los actores universitarios.

· 7 prioridades para la universidad española del futuro

El informe CYD señala las siete líneas estratégicas que se deberían seguir para que la universidad española aporte más al tejido productivo y a la sociedad en general:

1. Aumentar la inversión en educación superior
El aumento de la financiación de la universidad española repercutiría en más recursos para formar a más personas en educación superior, contribuyendo así al progreso de la sociedad. La limitada inversión de fondos públicos ha provocado un aumento del precio de la matrícula y la congelación de la contratación y promoción de personal. No obstante, esta situación también ha llevado a las universidades a diversificar sus fuentes de ingresos. El informe señala que hace falta más flexibilidad, libertad y autonomía para gestionar los recursos de las universidades.

2. Atraer talento y asegurar el relevo generacional del personal docente e investigador
El Informe CYD señala que una universidad competente requiere una plantilla equilibrada, que apueste por profesorado senior permanente, pero que dé entrada a nuevas generaciones con talento y con condiciones de contratación más estables. Resalta también el envejecimiento de la plantilla, y que se debería valorar la trayectoria académica de los jóvenes investigadores más que sus méritos para atraer y retener el talento.

3. Mejorar la empleabilidad
Para paliar el desajuste entre los puestos de trabajo y la cantidad de graduados que el sistema ofrece, el informe sugiere potenciar la relevancia de los estudios de nivel medio y mejorar la orientación para dirigir más estudiantes universitarios a ámbitos como la ingeniería e informática, con alta inserción laboral pero cuyo número de egresados disminuye. Igualmente, habría que replantearse la oferta universitaria para adaptarla a las demandas del mercado laboral.

4. Aumentar la relevancia del conocimiento generado para la sociedad
La producción científica ha aumentado en los últimos cinco años, pero para que la investigación tenga impacto, además de excelente debe ser relevante: no solo debe contribuir a la ciencia en la frontera del conocimiento, sino también al desarrollo y a la transferencia de resultados.

5. Fomentar la internacionalización
Tan solo el 1,6% de estudiantes de Grado de la universidad española son extranjeros frente al 5,8% de media en la Unión Europea. Mejorar estos datos pasa por recuperar la movilidad del estudiantado internacional, tanto europeo como latinoamericano, y apostar por titulaciones en inglés. Fomentar la atracción de docentes internacionales, que contribuyen a la calidad y diversidad del sistema universitario, es otro de los puntos para mejorar la internacionalización.

6. Mejorar el acceso y la equidad
Los estudios universitarios dan acceso a mejores condiciones socioeconómicas, y mejorar el acceso a la universidad es esencial para potenciar su función de ascensor social, independientemente del estrato social del que provengan sus estudiantes. A su vez, resalta la mayor presencia de mujeres en la universidad, pero también cómo sus condiciones laborales están marcadas por contratos parciales, temporales y con ingresos inferiores, y cómo son minoría en estudios de doctorado, STEM e investigación, e incluso en los cargos de gobierno de las universidades.

7. Acelerar la transformación digital
A pesar de haber acelerado este proceso con la pandemia, el sistema universitario deberá seguir adaptándose a los nuevos modelos, ser más dinámico en la adopción de nuevas prácticas pedagógicas y más eficaz en la gestión de los recursos necesarios.

Fuente: Comunicación CYD

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