Formar a sus egresadas/os, a nivel superior, en competencias profesionales e investigadoras para la intervención en escenarios sociales, judiciales y de salud, cualificándolos como agentes de cambio y transformación en una sociedad compleja, tal y como se sugiere en la Declaración de Londres (2007).
Desarrollar competencias para la intervención en procesos sociales complejos como la criminalidad, violencia e inadaptación juvenil, la violencia de género, la prevención de riesgos de marginalidad, de riesgo para la salud, etc.
Diseñar y poner en práctica circuitos formativos de contenido y actividad para que el alumnado pueda optar a diferentes campos de aplicación del conocimiento psicológico, posibilitando, al mismo tiempo, el progreso en competencias para aprender a aprender a un nivel superior, que permitan a los egresadas/os iniciar procesos formativos de orden investigador (doctorado), lo que contribuye, a su vez, a la excelencia universitaria y a la competitividad en el marco del Sistema Europeo de Educación Superior (Declaración de Lisboa, 2003).