Según la Comisión Europea "el transporte es fundamental para nuestra economía y nuestra sociedad. La movilidad es vital para el mercado interior y para la calidad de vida que aporta a los ciudadanos la libertad de viajar. El transporte permite el crecimiento de la economía y la creación de puestos de trabajo: ha de ser sostenible a la luz de los nuevos retos que se nos plantean".
El sector del transporte da trabajo directamente a unos diez millones de personas y representa cerca del 5% del PIB europeo. Asímismo, muchas empresas europeas son líderes mundiales en infraestructura, logística, sistemas de gestión de tráfico y en fabricación de equipos de transporte. Por otra parte, las nuevas tecnologías para los vehículos y la gestión del tráfico serán esenciales para hacer frente a los retos medioambientales y económicos del transporte en la EU. Es decir, el transporte y su gestión definen un problema complejo y actualmente constituyen una de las áreas prioritarias de atención para las instituciones europeas.