La evolución del mercado de trabajo, la continua aparición de sectores y grupos sociales emergentes, de nuevas formas de interacción social tanto presencial como en red y de cooperación internacional, exigen desarrollar competencias profesionales para la comprensión de los procesos y tendencias que se desarrollan hoy en el mundo de la cultura, de la escuela y demás entornos educativos, de las organizaciones en general y, de manera particular, en todos aquellos fenómenos que se manifiestan en forma de violencia, conflicto y exclusión social, así como para ampliar y/o abrir nuevos ámbitos de actuación que permitan una gran variedad de posibilidades de intervención educativa, de cara a favorecer estrategias para la participación social y la ciudadanía activa y, en definitiva, la promoción de la sostenibilidad y la calidad de vida.