Tanto los gobiernos como los organismos energéticos en sus diferentes niveles (internacional, nacional, autonómico, local) mantienen la necesidad perentoria de hacer que el desarrollo sostenible sea una realidad omnipresente en los próximos años. Se ha demostrado que este desarrollo debe tener en cuenta, tanto el aprovechamiento de fuentes primarias renovables, como una elevada efi ciencia energética en los diferentes procesos de aprovechamiento de las energías finales.
Su uso se realiza principalmente en el ámbito de la industria y la edificación, siendo necesaria la formación de técnicos cualificados para llevar a cabo una correcta planificación y gestión energética en ellos. Las tecnologías asociadas a la eficiencia energética y desarrollo sostenible requieren inversiones y trabajo de I+D+I muy notables, si se pretende que lleguen a ser competitivas.