Tal como se viene defendiendo desde diferentes organismos nacionales e internacionales, el Desarrollo Humano y la Educación son ámbitos importantes y necesarios no sólo porque se necesitan más profesionales para trabajar con personas de todas las edades, sino también porque se necesitan más investigadores/as formados que puedan explorar cuestiones claves tanto en el desarrollo y en la educación, como en distintos contextos multiculturales. En concreto, el estudio de aspectos de desarrollo normalizado, así como de problemas de desarrollo y la mejor comprensión de los procesos educativos, las condiciones personales, familiares, sociales, ambientales y culturales que promueven un mejor desarrollo personal y calidad de vida, son, entre otros, aspectos cruciales que requieren un esfuerzo investigador mayor y de más calidad. Así como la prioridad de intercambiar experiencias y prácticas óptimas, investigadores, resultados de investigación y datos que supongan una base empírica sólida que fundamente la elaboración de políticas y programas, la institución de proyectos y la difusión de la información.