La capacitación de quienes intervienen en la definición y desarrollo de políticas educativas y en las diversas instancias de gestión de las instituciones educativas exige una formación que posibilite, a su vez, la cualificación y profesionalización adecuadas para incidir en la mejora de su calidad. Es evidente la demanda social, política y técnica existente para que los y las gestores del sistema educativo, además de cierto liderazgo en sus entornos, dispongan de conocimientos, habilidades y técnicas dirigidas a dar respuesta a las situaciones y desafíos que aquellas funciones requieren.