La drogodependencia constituye el principal problema para la salud pública en los países desarrollados. El consumo de drogas de abuso incide sobre toda la población, y las ilegales tienen mayor prevalencia en la población más joven, creando a todos ellos incapacidad y gran morbilidad para el padecimiento de muy diversas patologías, entre las que se incluye la neuropsiquiátrica; de la cual, se está todavía muy lejos de conocer qué papel puede representar su causa o desarrollo. La adicción es una enfermedad crónica, recidivante, caracterizada por la pérdida del control sobre el uso de una sustancia por parte del paciente. Dicha sustancia (o conducta) pasa a ocupar un lugar preeminente en la vida del individuo, afectando no sólo al normal equilibrio de sus funciones vitales, sino al papel homeostático de sus conductas y a su entorno, a través de los problemas generados por los comportamientos que impone la droga en el individuo.