Es una exigencia ineludible de las sociedades conocer su trayectoria histórica para comprender mejor su presente. La reconstrucción de esta historia aplicando un método científico es necesaria para evitar las explicaciones basadas en mitos o tergiversaciones interesadas. Se hace preciso, en consecuencia, formar especialistas capaces de hacer avanzar la historiografía y profundizar en el conocimiento del pasado desde presupuestos científicos. El proceso de construcción política de la Unión Europea se enfrenta, en el momento actual, a una serie de problemas como son los límites recíprocos de la soberanía entre los diversos integrantes, la armonización de entidades con tradiciones culturales e históricas diferentes –cuando no enfrentadas–, y la necesidad de buscar un fundamento ideológico común que respete las identidades de sus componentes. La reflexión histórica y un mejor conocimiento del pasado, en especial el estudio de aquellas entidades políticas que tuvieron que hacer frente a problemas semejantes, puede contribuir a una mejor comprensión de los retos presentes.