El término de “Biodiversidad” es relativamente reciente y aunque se ha puesto de moda no es otra cosa que la “Diversidad Biológica”, entendiendo ésta como la variedad estructural y funcional de todas las formas de vida a nivel genético, de poblaciones, comunidades y ecosistemas. Desde un punto de vista estrictamente biológico su mantenimiento es incuestionable.
Desde la perspectiva utilitaria, la biodiversidad es sumamente valiosa por los bienes que produce (alimento, medicinas, combustibles, etc.), por los servicios que realiza (polinización, protección de suelos, ciclos de nutrientes, etc.), por la información que aporta (conocimientos científicos) e incluso como portadora de valores psico-espirituales (belleza, religión, sentidos, etc.). Pero la Conservación de la biodiversidad en el momento actual es mucho más, pasa a ser incluso una cuestión de supervivencia especialmente en un territorio tan reducido como el de las Islas Canarias, donde una mala gestión de los recursos, puede resultar cuando menos, más grave que en territorios amplios donde la presión demográfica es menor.