Conocer los principios y normas deontológicas que rigen la profesión de abogado.
Detectar actuaciones deontológicamente relevantes.
Apreciar los beneficios que reportan para la sociedad y la abogacía los principios éticos y deontológicos de la profesión de abogado y estar constantemente pendientes de cumplir y hacer cumplir con los principios y normas deontológicas, así como con las obligaciones y deberes de la profesión.
Conocer en detalle el conjunto de obligaciones y derechos derivados de la colegiación y del ejercicio de la profesión de abogado y, en concreto, sus relaciones con los compañeros, con el cliente, con el contrario, con los juzgados y tribunales, así como con el resto de las instituciones públicas y con el colegio profesional.
Discernir las actuaciones deontológicamente correctas de las incorrectas en los distintos ámbitos del ejercicio de la profesión de abogado.
Mantener un talante profesional en todas las actuaciones profesionales conforme a las normas deontológicas y las obligaciones de la profesión de abogado.