La actividad turística está experimentando, tanto en España como en el resto del mundo, un fuerte crecimiento con unas aportaciones al PIB que hacen que las administraciones públicas manifiesten un fuerte apoyo a este sector en aras de la mejora de la situación económica de zonas que de no aprovechar los recursos turísticos seguirían sumidas en unos niveles de pobreza difícilmente superables.
Bajo esta premisa el fomento del turismo de interior está siendo utilizado como una herramienta alternativa dinamización socioeconómica. Las nuevas demandas turísticas se apoyan en lo que se ha denominado turismo de interior, fundamentado en la gran diversidad del patrimonio cultural y natural existente en España, Andalucía y Jaén.
El turismo de interior está relacionado con el Patrimonio Histórico y Natural. Dentro del primero está adquiriendo especial relevancia la componente arqueológica, que ofrece unas opciones nuevas y renovadas.