Empresas, organismos e instituciones, cuyos departamentos fiscales requieren profesionales especializados, desde su personal más ejecutivo hasta el de alta dirección.
Despachos jurídicos que demandan una especialización en este campo, tanto en el ámbito de las grandes corporaciones como el de la realidad tributaria de las pequeñas y medianas empresas.
Consultoras de ámbito internacional, demandantes de profesionales que cuenten con las competencias y habilidades necesarias para realizar operaciones de planificación fiscal complejas. 
Administraciones Públicas, facilitando el acceso a los concursos-oposiciones al cuerpo de Inspección o Gestión de la Hacienda Pública, a nivel estatal, autonómico y local. 
Diferentes posibilidades de autoempleo, por la especialización en determinados campos tributarios que gozan de mayor demanda, como la tributación empresarial, la tributación internacional o los procedimientos tributarios.