En los últimos años, la economía mundial y el mercado laboral se han caracterizado por los avances tecnológicos que suponen una renovación constante de las tecnologías de información y por la aparición de nuevos paradigmas comerciales que han generado un mayor nivel de competencia. Este incremento de la competencia, da lugar a la existencia de mercados que evolucionan vertiginosamente imponiendo mayores exigencias a las empresas que en él participaban, a la reducción en el ciclo de vida de los productos y a una mayor internacionalización de la actividad comercial. Esta serie de cambios en el entorno conllevan la necesidad de reforzar el papel del marketing en la empresa actual. El marketing en nuestro país invierte 30.704 millones de euros en 2011, supone el 2,9% del PIB y da empleo cualificado a 108.000 profesionales, según el primer estudio Análisis de Marketing de España AMES, coordinado por la Asociación de Marketing de España e InfoAdex.