Actores en una economía global: Interpretar la realidad del entorno económico, social y jurídico de la empresa en sus distintos niveles (local, europeo y global), con objeto de aprovechar las oportunidades y afrontar los riesgos derivados del mismo y desarrollar su actividad en un contexto internacional.
Gestión de estructuras organizativas: Integrar y desarrollar las personas dentro del proyecto empresarial del que forman parte, buscando su implicación con el mismo, fuente clave de valor para la empresa, y evaluar las implicaciones de las decisiones en materia de estructura organizativa en el conjunto de la organización.
Orientación al mercado y al cliente: Orientar la gestión de la empresa hacia la satisfacción de los clientes y otros grupos de interés, identificando sus necesidades, promoviendo la creación de valor a través de productos y servicios de calidad, y desarrollando relaciones de intercambio eficaces a largo plazo.