Los estudiantes presentarán un alto dominio activo y pasivo de la lengua materna y de sus lenguas de trabajo, tanto en las destrezas escritas como en las orales. Podrán reconocer y utilizar los distintos registros, lenguajes especializados, jergas y dialectos de la profesión. Serán capaces, además, de reconocer y producir textos de distinta tipología ajustándose a sus características y terminología propias.
A nivel metalingüístico, los alumnos mostrarán capacidad para analizar, comprender y sintetizar las ideas representadas en la lengua origen y producir textos representativos de ellas en la lengua de destino, elevando la actividad traductora a su nivel conceptual.
Además, demostrarán un desarrollo óptimo de las destrezas orales, en particular como requisito indispensable para la realización de actividades de interpretación social y de conferencias, y de funciones de mediación lingüística en general.
Los alumnos, finalmente, demostrarán un dominio y conocimiento profundos de las culturas relacionadas con sus lenguas de trabajo, y dominarán los aspectos pragmático, textual y sociocultural asociados al uso de las lenguas en su contexto.