Adquirir, desarrollar y poner en práctica un concepto de salud integral, en donde tengan cabida los componentes biopsicosociales de la misma, de acuerdo con las directrices establecidas por las OMS.
Aplicar los fundamentos de la bioética y el método de deliberación en la práctica profesional, ajustándose su ejercicio como profesional sanitario a lo dispuesto en la Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de ordenación de las profesiones sanitarias.
Mostrar habilidades de comunicación interpersonal y de manejo de las emociones adecuadas para una interacción efectiva con los pacientes, familiares y cuidadores en los procesos de identificación del problema, evaluación, comunicación del diagnóstico e intervención y seguimiento psicológicos.
Analizar críticamente y utilizar las fuentes de información clínica.
Utilizar las tecnologías de la información y la comunicación en el desempeño profesional.
Redactar informes psicológicos de forma adecuada a los destinatarios
Manifestar una comprensión profunda de la anatomía estructural y funcional del cerebro y su relación con las funciones cognitivas y el comportamiento humano.
Identificar, describiendo y cuantificando, los déficits cognitivos, emocionales y conductuales que se derivan de las alteraciones cerebrales, diferenciando la naturaleza y los aspectos clínicos más importantes de los trastornos psiquiátricos y neurológicos en población
adulta e infantil.
Aplicar las técnicas de neuroimagen para identificar las bases cerebrales de los trastornos cognitivos y conductuales, y reconocer las relaciones cerebro-conducta en el ámbito clínico e investigador de la Neuropsicología.
Utilizar principios, técnicas y tests neuropsicológicos para evaluar los aspectos afectados y preservados de las áreas psicosocial, cognitiva, conductual y emocional y su relación con el funcionamiento normal o afectado del sistema nervioso.